Cómo acostumbrar a tu gato al transportador
Para muchos gatos, el transportador es sinónimo de miedo, veterinario o encierro. Pero no tiene que ser así. Puedes enseñar a tu gato a verlo como un lugar seguro y familiar. Aquí te mostramos cómo lograrlo con paciencia y cariño.
¿Por qué los gatos odian el transportador?
La mayoría solo lo ven en momentos de estrés (como viajes o visitas al veterinario), y lo asocian con experiencias negativas. Además, no les gusta sentirse atrapados sin salida.
1. Elige un buen transportador
Debe ser espacioso, con buena ventilación y fácil de abrir. Los modelos con tapa superior son ideales para gatos nerviosos.
2. Déjalo en casa como parte del entorno
No lo guardes. Déjalo en un lugar tranquilo y visible, como parte del “mundo” del gato. Así lo dejará de ver como una amenaza.
3. Hazlo cómodo y atractivo
- Coloca dentro una mantita con su olor o juguetes favoritos.
- Pon premios o snacks dentro para que entre voluntariamente.
- Usa catnip o feromonas en spray para reducir su ansiedad.
4. No lo obligues
Déjalo explorar a su ritmo. Nunca lo empujes bruscamente o lo encierres sin avisar. Cada experiencia negativa lo alejará más.
5. Haz simulacros cortos
Cuando ya entre por sí mismo, prueba cerrar la puerta unos segundos, luego ábrela y felicítalo. Repite con más tiempo. Después, intenta cargarlo por la casa en trayectos breves.
Conclusión
Con paciencia y refuerzo positivo, tu gato puede dejar de temerle al transportador. Convertirlo en un lugar conocido, cómodo y predecible hará que tus viajes al veterinario (¡y de regreso!) sean mucho más tranquilos para ambos.
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