lunes, 7 de abril de 2025

¿Por qué los gatos amasan con sus patas?

¿Por qué los gatos amasan con sus patas?

Si alguna vez has visto a tu gato presionar rítmicamente con sus patitas sobre una cobija, tu regazo o un cojín, ¡felicidades! Tu gato te está demostrando amor de una forma ancestral. Este tierno comportamiento se llama “amasar” y tiene varios significados curiosos y emotivos.

Un gesto que viene desde gatitos

Los gatos comienzan a amasar desde bebés cuando estimulan la leche materna al amamantar. Esta conducta se asocia con confort, seguridad y bienestar. Muchos gatos adultos lo siguen haciendo como forma de recordar esa sensación placentera.

¿Por qué lo hacen de adultos?

Cuando tu gato amasa, puede estar expresando:

  • Comodidad extrema (como antes de dormir)
  • Vínculo afectivo contigo
  • Marcado de territorio: sus patas liberan feromonas
  • Preparación del lugar para descansar

¿Es normal que usen las uñas?

Sí, muchos gatos extienden y retraen sus uñas al amasar. No es agresivo, solo parte del movimiento. Si te molesta cuando lo hace sobre ti, pon una manta entre los dos para protegerte sin interrumpir el gesto.

¿Qué hacer si mi gato no amasa?

No todos los gatos amasan, y eso también es completamente normal. Cada gato expresa su afecto de manera distinta. Algunos prefieren ronronear, frotarse o simplemente quedarse cerca de ti.

Amasar es una muestra de cariño y comodidad. Si tu gato lo hace contigo, ¡considérate una persona afortunada!

Cómo enseñar a tu gato a usar el rascador

Cómo enseñar a tu gato a usar el rascador

¿Tu gato prefiere afilarse las uñas en tu sillón favorito? Enseñarle a usar el rascador no solo protegerá tus muebles, sino que también le dará un espacio propio donde liberar estrés, estirarse y marcar su territorio de forma saludable.

1. Elige el rascador adecuado

No todos los rascadores son iguales. Prueba diferentes estilos: verticales, horizontales, de cartón, cuerda o alfombra. Asegúrate de que sea estable y tenga buena altura para estirarse si es de pie.

2. Ubícalo en lugares estratégicos

Colócalo donde tu gato ya intenta rascar (como junto al sofá), cerca de sus zonas de descanso o donde pase más tiempo. Puedes tener varios por la casa.

3. Usa refuerzos positivos

Cuando tu gato use el rascador, prémialo con caricias, palabras suaves o un pequeño snack. Esto refuerza la conducta deseada y lo anima a repetirla.

4. Hazlo atractivo

Puedes rociarlo con hierba gatera (catnip), frotarlo con una mantita con su olor o colocar un juguete colgante cerca. Haz del rascador un lugar divertido y familiar.

5. No lo castigues

Si rasca donde no debe, no lo grites ni castigues. Simplemente redirige su atención al rascador con calma y constancia. El castigo puede crear miedo o confusión.

6. Sé paciente y consistente

Algunos gatos aprenden en días, otros en semanas. Sé constante, mantenlo visible y nunca lo escondas si no lo usa de inmediato.

Un rascador bien usado es una herramienta clave para la salud física y emocional de tu gato... ¡y para la tranquilidad de tus muebles!

5 errores comunes al alimentar a tu gato (y cómo evitarlos)

5 errores comunes al alimentar a tu gato (y cómo evitarlos)


Alimentar bien a tu gato es fundamental para su salud, energía y felicidad. Sin embargo, muchos dueños cometen errores sin saberlo. Aquí te contamos los más comunes para que puedas evitarlos fácilmente.

1. Dejarle comida todo el día

Muchos gatos tienen comida disponible todo el tiempo, lo que puede llevar a sobrepeso o falta de interés. Lo ideal es establecer horarios y controlar las porciones para mantener un peso saludable.

2. Darle solo croquetas (pienso seco)

Una dieta exclusivamente seca puede provocar deshidratación o problemas urinarios. Combina croquetas con comida húmeda de calidad o asegúrate de que tu gato tenga siempre agua fresca disponible.

3. Compartir comida humana

Muchos alimentos que comemos pueden ser peligrosos para los gatos, como el ajo, cebolla, chocolate o sal. Evita darle sobras y opta por premios específicos para felinos.

4. No revisar los ingredientes

No todos los alimentos comerciales son buenos. Aprende a leer las etiquetas: evita productos con subproductos animales, exceso de harinas o conservantes artificiales. Busca calidad y transparencia.

5. No ajustar la dieta con la edad

Los gatitos, adultos y gatos mayores tienen necesidades nutricionales distintas. Ajusta su alimentación según su etapa de vida y nivel de actividad.

Evitar estos errores te ayudará a darle a tu gato una vida más sana y feliz. ¡Un buen alimento es una forma de demostrar amor!

¿Los gatos sueñan cuando duermen?

¿Los gatos sueñan cuando duermen?


Si alguna vez has visto a tu gato mover sus patas, bigotes o incluso maullar suavemente mientras duerme, es posible que te hayas preguntado: ¿los gatos sueñan? La ciencia dice que sí. Y aquí te contamos por qué.

Fases del sueño felino

Los gatos, al igual que los humanos, pasan por varias fases del sueño. Una de ellas es el sueño REM (Rapid Eye Movement), donde ocurren los sueños más vívidos. Durante esta fase, se ha observado que los gatos mueven los ojos bajo los párpados, respiran de forma irregular y hasta hacen pequeños movimientos.

¿Qué sueñan los gatos?

Aunque no podemos saber con certeza qué pasa por su mente, los expertos creen que los gatos sueñan con situaciones de su día a día: cazar, jugar, explorar o interactuar contigo. Es probable que revivan momentos felices... ¡o alguna pelea con su juguete favorito!

¿Todos los gatos sueñan?

Sí. Tanto gatos adultos como gatitos experimentan el sueño REM. De hecho, los gatitos sueñan más, ya que pasan mucho tiempo durmiendo mientras su cerebro se desarrolla.

¿Qué significa si se mueven dormidos?

Los movimientos suaves son normales. Si tu gato mueve las patas, emite sonidos o parece "correr" dormido, no te alarmes. Solo está soñando. Pero si los movimientos son muy bruscos o tiene espasmos fuertes frecuentes, consulta a un veterinario.

Ayuda a que tenga dulces sueños

Un ambiente tranquilo, una cama cómoda y una rutina estable ayudan a que tu gato descanse mejor. Evita ruidos fuertes y respeta su tiempo de siesta.

Los gatos sueñan, sienten y viven sus experiencias dormidos, igual que nosotros. Así que la próxima vez que lo veas dormido moviendo la cola... ¡quizás esté soñando contigo!


Cómo cortar las uñas de tu gato sin estrés

Cómo cortar las uñas de tu gato sin estrés

¿Tu gato se escapa apenas ve el cortauñas? ¡No estás solo! Cortar las uñas de un gato puede parecer una misión imposible, pero con los pasos adecuados y un poco de paciencia, es posible hacerlo sin estrés para ninguno de los dos. Aquí te compartimos una guía sencilla para que este momento sea seguro, tranquilo y sin drama.

1. Elige el momento adecuado

Es mejor cortar las uñas cuando tu gato esté relajado, después de jugar o de una siesta. Evita hacerlo si está ansioso, activo o hambriento.

2. Acostúmbralo al contacto

Antes de sacar el cortauñas, dedica unos días a tocarle suavemente las patas y presionar ligeramente sus almohadillas para exponer las uñas. Recompénsalo con caricias o premios.

3. Usa un cortauñas adecuado

Existen cortauñas especiales para gatos que son más seguros y fáciles de usar. Evita los grandes o los diseñados para perros, ya que pueden dañar la uña del gato.

4. Solo las puntas

Corta únicamente la punta translúcida de la uña, evitando la parte rosada (la raíz o “pulpa”), ya que está llena de vasos sanguíneos y nervios. Si dudas, corta menos.

5. Hazlo de a poco

Si tu gato se impacienta, no intentes cortarle todas las uñas de una sola vez. Puedes hacerlo en varias sesiones cortas a lo largo de la semana.

6. Recompensa siempre

Después de cada sesión, ofrécele su snack favorito o un rato de juego. Así asociará la experiencia con algo positivo.

¿Cada cuánto cortar las uñas?

Lo ideal es revisar las uñas cada 2 o 3 semanas. Los gatos que salen al exterior o usan mucho el rascador pueden desgastarlas solos, pero los gatos de interior las necesitan recortar con más frecuencia.

Con estos consejos, cortar las uñas de tu gato puede dejar de ser una batalla y convertirse en un momento de conexión y cuidado. ¡Tu michi te lo agradecerá!