¿Por qué los gatos odian el agua?
A muchos gatos no les gusta nada el agua, y basta con abrir el grifo o preparar un baño para verlos desaparecer. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué tienen esta reacción tan intensa? Aquí te explicamos las razones detrás de este curioso comportamiento.
1. Su pelaje no está hecho para mojarse
A diferencia de algunos animales, el pelaje del gato no es impermeable. Cuando se moja, tarda mucho en secarse y puede volverse incómodo y pesado, afectando su movilidad y sensación de seguridad.
2. Cambia su olor natural
Los gatos dependen mucho de su olfato y de su propio olor corporal. El agua (especialmente si tiene jabón o productos perfumados) altera ese aroma, lo que puede ser estresante para ellos.
3. Experiencias negativas
Si un gato fue bañado bruscamente o cayó accidentalmente al agua, es probable que haya asociado esa experiencia con peligro. Por eso muchos desarrollan una aversión.
4. No están acostumbrados desde pequeños
Los gatos que se familiarizan con el agua desde cachorros, con juegos suaves o toallitas húmedas, suelen tolerarla mejor. La socialización temprana marca la diferencia.
5. Les gusta tener el control
El agua moja, resbala, cambia la temperatura del cuerpo... y eso a un gato no le hace ninguna gracia. Perder el control de su entorno es algo que muchos evitan a toda costa.
Aunque algunos gatos disfrutan el agua (¡sí, existen!), la mayoría prefiere mantenerse secos. Y eso está bien. Solo asegúrate de mantener su higiene con cepillados, limpieza en seco y mucho cariño.
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